La narco política
Al amanecer
Por Perfecto Martínez
Buenos días. Una de las peores falencias de la democracia criolla es la falta de carácter que exhibe su sistema de partidos políticos, al igual que el Estado, para blindarse contra el narcotráfico. Para nadie es un secreto el maridaje que se ha venido verificando entre narco y política, una alianza que se ha fortalecido en los últimos tiempos, al grado de que actores del azaroso negocio, ganan cada vez más terreno e influencia en las instancias del poder político, por el igual en áreas sensibles de la economía.
Aunque nadie puede dudar que en gobiernos anteriores el fenómeno salpicó lo que se supone debe ser el sagrado ejercicio del arte de la política, por circunstancias y razones que alguna vez tendrán que ser identificadas y expuestas públicamente, con criticidad objetiva, hay que admitir que los parámetros se han desbordado en la presente administración.
Figuras connotadas guardan prisión, han sido condenadas, mientras otras son pedidas en extradición y siguen en curso procesos investigativos que, según se rumora, pudieran hacer que caigan otros connotados de alguna manera vinculados al partidismo oficial. Aunque no pocos se alarman por lo que ocurre, los hay que vinculan el florecimiento descontrolado de los puntos de drogas en la geografía nacional, a la escala de influencia y poder a la que ha ascendido el narco en República Dominicana.
Y es una pena porque no solo afecta a la sociedad, al hogar, a la juventud atrapada en el mal vicio, sino que, gracias a las permisividades encubiertas o simplemente pagadas, desacredita aún más al gastado e inútil modelo de democracia burguesa que las grandes mayorías de criollos padecen. En medio del fatídico panorama, lo peor es que difícilmente haya marcha atrás...