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La carestía de los precios

Foto Editorial El QuisqueyanoEl país atraviesa por una de sus peores situaciones a causa de las continuas alzas en los precios de los alimentos, los materiales para la construcción, las medicinas y otros productos básicos.

Quizás lo peor es que el gobierno no le está haciendo caso a los continuos lamentos de los consumidores.

Tenemos un gobierno compuesto, de manera dominante, por el poder económico. Es la primera vez en la historia moderna, que un gobierno no es integrado mayoritariamente por políticos.

Antes, los empresarios recomendaban personas para ocupar puestos en el gobierno. ¡Ahora son ellos los que dirigen mayoritariamente el Estado!

A excepción del ministro administrativo de la Presidencia de la República, José del Carmen Paliza, que sólo declaró tener algo más de 20 millones de pesos, que ya se le conoce como el funcionario más pobre de todos los del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), los demás son multimillonarios.

Es por esa razón que los altos precios de los artículos alegran a los multimillonarios funcionarios, porque ganan más en sus negocios.

No se observa ninguna preocupación por la situación actual, de parte de los funcionarios del gobierno del PRM.

Todo parece indicar que viviremos de protesta en protesta por la carestía de los precios de todos los productos y el descuidado a inversiones importantes, como el sector agropecuario.

Todo es anuncios y más anuncios de parte del gobierno, pero la situación se deteriora cada día más.

Pero lo más preocupante es que ya hasta altos dirigentes del PRM, como es el caso del ingeniero Ramón Alburquerque, siguen advirtiendo que si el gobierno no cambia, sus días están contados.

Aún así, no se observan cambios importantes en el accionar de la actual administración del gobierno.

Este es el gobierno de los llamados "cuellos blancos". Casi todos los proyectos del gobierno, están dirigidos a fortalecer los negocios de la mayoría de sus funcionarios.

Las necesidades de los pobres y la clase media siguen en crecimiento. Y el gobierno sigue declarando el Estado de emergencia, porque eso le permite continuar cogiendo millones y millones de dólares prestados. ¡Es otro negocio!

Pero el número de muertos y enfermos del coronavirus, también sigue creciendo. ¡Estamos gobernados por un desastre!