El cardenal López Rodríguez pidió a la Justicia investigar denuncias en contra de religiosos
SANTO DOMINGO. - El cardenal de la República Dominicana, Nicolás de Jesús López Rodríguez, pidió a la Justicia actuar con "firmeza" y "claridad" ante denuncias de presuntos abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y el destituido nuncio apostólico en el país, Jósef Wesolowski.
Las declaraciones del arzobispo de Santo Domingo, leídas en una rueda de prensa en la que no estuvo presente, se producen un día después de que la Fiscalía de Santo Domingo informara que abrió una investigación sobre Jósef Wesolowski, ante las investigaciones periodísticas que lo acusan de pederastia.
La Justicia también indaga denuncias de presuntos abusos sexuales cometidos contra varias mujeres por el cura de Constanza (norte), Juan Manuel de Jesús Mota (conocido en la comunidad eclesiásticas como el Padre Johnny) y quien ha sido apartado del cargo.
Asimismo, las realizadas en contra del sacerdote de origen polaco, Alberto Gil Nojache, quien abandonó el país antes de que en mayo se presentara una querella en su contra por supuestamente abusar de varios adolescentes en el norte dominicano.
"Quien haya actuado mal, que se atenga a las consecuencias de sus actos, responsablemente", dijo el cardenal dominicano en el comunicado leído en la sede de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), y en el que reclamó "investigaciones muy serias".
López Rodríguez subrayó que "estamos ante una situación que a los hijos e hijas de la iglesia católica nos preocupa y avergüenza", por lo que pidió "perdón" a las posibles víctimas "de los desalmados, que han abusado de ellos y a sus familiares", así como a la iglesia católica en general y al pueblo dominicano "que está contemplando este lamentable espectáculo con incredulidad e indignación".
"Lo que hemos visto no tiene justificación", agregó el arzobispo de Santo Domingo, por lo que subrayó que "urge purificar a la Iglesia, sacando del ministerio a quienes lo ejercen indignamente y no merecen llamarse sacerdotes" y pidió para ello la colaboración "de los auténticos sacerdotes, que son la mayoría, y también de la comunidad eclesial".
El también presidente de la CED arremetió en contra de los comunicadores, "cuyo único afán es lucrarse con el estimulante y jugoso pago que les ofrecen sus patrocinadores, quienes se ceban en denostar a la iglesia católica como si fuera la única institución en que estas realidades humanas suceden".