El peligro de los elevados precios
En los últimos cuatro años de vida institucional, los dominicanos, sin excepción, sufren los efectos negativos de las alzas continuas en los precios de todos los productos y servicios, lo que se convierte en un grave peligro para la estabilidad política.
Por primera vez en la historia se compra plátanos a 30 pesos la unidad, el llamado más grande cibaeño. El más pequeño o mediano se comercializa entre 20 y 25 en los establecimientos comerciales.
En el país hay déficit en toda la producción agropecuaria, pero lo más penoso es que se está importando azúcar de Brasil, Estados Unidos y otras naciones, porque el gobierno, incluido una parte del entonces Presidente Leonel Fernández, destruyó la gran industria azucarera del Estado.
Hay una masiva importación de carne de res, cerdo, arroz, leche y otros productos básicos. A ese gran problema se le suman los precios de las viviendas, que fruto de los altos precios de los materiales de construcción, como el cemento y la varilla, el costo de un apartamento de clase media cuesta de entre tres y medio millones, hasta cuatro.
Los precios de los alquileres de ese tipo de vivienda, están entre 14 y 17 mil pesos mensuales. Ese mismo estilo de apartamento tenía un valor, hace cuatro años, de cinco y seis mil pesos el alquiler. El precio de ese tipo de apartamento rondaba entre un millón 700 mil pesos, hasta dos millones.
El gobierno del Presidente Luis Abinader debe hacer un esfuerzo para hacer lo mismo que pretende realizar el gobernante de Estados Unidos, Donald Trump, aplicando políticas que reduzcan los precios de todos los productos y servicios.
Unido a la rebaja de los precios, el Presidente Donald Trump proyecta aumentar los salarios en general. ¡Es una forma correcta de lograr un equilibrio entre productores y consumidores!
El gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), no debe olvidar los acontecimientos violentos de 1984, los cuales provocaron muchas muertes de seres humanos, fruto de la gran inflación acumulada. ¡Y la salida del poder del gobierno de turno!
En un país donde no hay control de precios, cada quien pone el costo y los consumidores pagan las consecuencias. Lo primero que hay que decir es que en Estados Unidos, que es la referencia del dominicano, hay control de precio límite.
Eso quiere decir que si el límite de precio de un determinado producto es 50 dólares, el comerciante no debe vender a 51, porque es multado y corre el riesgo de que si se hace reincidente, pierda la licencia y no pueda seguir trabajando.
El Ministerio de Agricultura es, posiblemente, la institución que más flaco servicio le está haciendo al gobierno. ¡No sabemos por qué el Presidente Luis Abinader mantiene a Limber Cruz como ministro!
El descenso estrepitoso de la producción nacional agropecuaria, amerita de una persona que vaya a trabajar a esa institución por el bien del país, no aplicar medidas para fortalecer sus negocios personales, especialmente para hacer crecer las importaciones de alimentos.
El gobierno debe aprovechar la calma política para introducir profundos cambios, que contribuyan a bajar los precios de los productos y los servicios. Pero para eso hay que comenzar a aumentar la producción rápida de habichuelas, maíz, batata, carne de cerdo, productos de hortalizas y otros alimentos de rápidos crecimientos.
El gobierno debe distribuir millones de sobres de semillas de hortalizas, cerdas preñadas, la llamada vaca madre, en calidad de préstamos animales, esquejes de yuca, cepas de plátano y otros apoyos para incrementar la producción a favor de los pequeños productores. ¡Eso lo hizo el gobierno de Antonio Guzmán Fernández, en 1978, desde que comenzó su gestión, y los resultados son inolvidables!
El anuncio del actual gobierno de una reforma fiscal acabó con el control de la economía familiar, porque lo que estaba establecido aumentarse con la misma, ya fue aplicado fuera de Ley, tres y cuatro veces.
La oposición política está en silencio porque los altos precios de las casas, los alimentos, las medicinas y otros productos básicos, serán las armas para las protestas en pueblos, las plazas u otras áreas simbólicas.
El Presidente Luis Abinader no debe dejarse confundir, porque el panorama político está "nublado".