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Foto San Mateo

Según el evangelio de San Mateo 14, 13-21

Por Luis Rafael García Dubus

¿Cuántas personas van a asistir hoy a la celebración de la palabra, personal o virtual? Hoy, en cada una de las misas que se celebre, puede suceder lo mismo que nos narra el evangelio.

El Señor vio a mucha gente reunida, que habían venido buscándolo a Él. Allí, dice el evangelio, "tuvo compasión de ellos, y sanó a los enfermos". (Mateo 14,15)

Y llegó un momento en que la gente tuvo hambre. El Señor tomó cinco panes que le regaló un muchachito, "levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los entregó a sus discípulos para que se los repartieran a la gente". (Mateo 14,19)

Luego de haber comido todos ("eran cinco mil hombres sin contar las mujeres y los niños") "se recogieron 12 canastos llenos de pedazos que sobraron". (Mateo 14,20 y 21)

Hoy muchas personas, se reúnen buscándolo a Él. Hacia los que vayan buscándolo a Él, el Señor también "tendrá compasión de ellos".

Tendrá compasión porque comprenderá el problema de cada uno: Cansancio, enfermedad, desánimo, soledad, tensiones, temores, dudas, y otros muchos de lo que enfrentamos los humanos en estos días. Cada uno sabrá..., y el Señor comprenderá.

El Señor no ha cambiado su estilo en nada, también los sanará a todos.

A todos los que se le acerquen, a los que acudan a Él, a los que vayan buscándolo.

Y luego, en la celebración, un sacerdote, actuando en nombre del Señor, levantará los ojos al cielo, pronunciará la bendición, partirá el pan y lo repartirá entre todos los que se acerquen a comulgar, presencial o virtual.

¡Si! Hoy sucederá lo mismo El Señor estará allí, ESPERÁNDONOS.
Sólo falta que usted y yo
También estemos allí,
BUSCÁNDOLO.

LA PREGUNTA DE HOY

¿Por qué hay personas que sacan tanto beneficio de una misa, y otros tan poco o nada?

Muchos asisten, pero no todos se encuentran con el Señor.

Y permítame decirle con sinceridad esto: Creo que quien asiste a una misa y no tiene un encuentro personal con el Señor, ha desperdiciado una oportunidad preciosa.

Si una persona va a misa con una necesidad real, específica y definida, y con la firme esperanza de recibir su ayuda, recibirá de Dios lo que espera, o algo mejor aún. ¿Necesita recibir el abrazo del perdón de Dios? ¿Necesita orientación, consuelo, o más amor, más paz, más alegría, salud, y mil cosas más que el Señor puede y quiere darle...?

Porque el Señor sale al encuentro de quien lo necesita y lo busca sinceramente. Y el Señor da, y da abundantemente.

Así que ya usted sabe, amigo, amiga. Buscar es una manera de creer. Vaya buscando y encontrará, porque: El que busca encuentra.