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Falta de credibilidad en la JCE

Foto Editorial El QuisqueyanoLa falta de control que se observa hay en algunas áreas de la Junta Central Electoral (JCE), obliga a los principales partidos políticos a ser más vigilantes en el procedimiento de esa institución.

Los delegados de los partidos representados en ese organismo, deben estar al acecho en el manejo de las boletas electorales, si recordamos algunas elecciones durante el gobierno de los 12 años de Joaquín Balaguer, que millares de ciudadanos o ciudadanas, en casi todo el país, llevaban los votos en los bolsillos.

Para los jóvenes, esto puede sonarles como algo extraño, pero era así. Muchos jóvenes se preguntarán cómo ocurría.

Pues era muy fácil. Como el gobierno del Partido Reformista (PR) tenía el control total de la JCE, muchos de sus dirigentes obtenían boletas selladas, en blanco. Debemos decir que luego eso fue quedando en el pasado, porque a partir de 1978, luego de la victoria del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), con Antonio Guzmán como Presidente de la República, la democracia se fortaleció.

Pero antes, esos dirigentes, especialmente los presidentes de los Directorios y Subdirectorios Municipales del PR, recibían el dinero para la compra de votos.

El día de las elecciones, las personas que eran dudosas de que podrían votar en contra del Gallo coloro, recibían un dinero y la boleta roja, ya marcada con una cruz, para votar por todos los candidatos de esa entidad, porque era de arrastre.

¿Y cómo hacían para votar? La persona se echaba en el bolsillo la boleta ya marcada, en el centro de votación la sacaba, porque era una caseta cerrada, la depositaba en la urna y se llevaba la que le entregaba la JCE, la cual debía entregarle al dirigente que le pagó, para así estar seguro del voto.

Sabemos que muchos recuerdan que para no dejar ninguna prueba de esa operación, después que se contaban las boletas, se firmaba el acta y luego se incineraban las nulas. ¡No había recuento de votos!
Pero hubo elecciones donde no sólo se quemaban las boletas nulas, sino también las votadas y sólo se llevaba a las Juntas Municipales Electorales, las actas firmadas por los delegados. ¡Y todo pasaba bien!

Debemos decir que no estamos diciendo que eso va a ocurrir, pero los dirigentes de los partidos políticos, especialmente los delegados del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que ya fue víctima de un sabotaje en las elecciones pasadas, deben estar vigilantes.

¡Pero esa vigilancia es simple! Sugerir a la JCE que las mesitas donde se vota, estén visibles. Que haya una vigilancia oficial de los movimientos de los votantes y que cada mesita donde se apoyan los electores para sufragar, quede de espalda a los integrantes de la JCE. ¡Así no hay forma de que pueda ocurrir algo anormal!

¡Sólo estamos especulando! Con unas elecciones cerradas, como están al día de hoy, un fraude 20 mil boletas distribuidas en todo el país, podría ser la diferencia.

No estamos diciendo que eso va a ocurrir. ¡Sólo estamos recordando el pasado! Fuera de ese ámbito, debemos señalar que en la Fuerza del Pueblo, parece que está la llave.

Al PLD le conviene que la candidata a la Vicepresidencia de la República, es la doctora Margarita Cedeño, la esposa del ex Presidente Leonel Fernández, el líder de la Fuerza del Pueblo.

¿Y por qué decimos que al PLD le conviene que la candidata vicepresidencial sea Margarita?

Simplemente, porque si Leonel no clasifica para una segunda vuelta, porque nadie ganó en la primera, no es verdad que el ex gobernante va a mandar a votar en contra de su esposa, para entonces quedar ambos fuera de la "sombrilla" del Estado.

Margarita continúa con una buena valoración social, pero una derrota electoral tendría un alto costo político para ella. Siendo así, los dominicanos acuñaríamos un nuevo lenguaje para Margarita y Leonel, que sería los ex mandatarios.

El plan del gobierno es el de ganar las elecciones en primera vuelta con Gonzalo Castillo, que es su candidato presidencial, pero el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, dice que las elecciones están cerradas.

Luis Abinader, el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), parece que es el que está compitiendo con Gonzalo.

El problema para Luis, es que si las elecciones están cerradas, el control del Estado, que lo tiene el PLD, favorece a Gonzalo. ¿Qué otra cosa favorece a Gonzalo?: La abstención de electores comprometidos con el PRM, temerosos de un contagio de coronavirus, que podría ser muy alta en perjuicio de Luis, que si pierde las elecciones, seguirá como un gran millonario.

La votación masiva será la de los empleados públicos, que si no votan para que el PLD gane las elecciones, ¡e, para fuera que van! Y, si el PLD pierde, en los sectores de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional habrá una barrida, básicamente en contra de toda la oficialidad, la cual-poco a poco-será sustituida en los cuatro años de un nuevo gobierno del PRM.