El secuestro polÃtico
El Mirador
Por LuÃs Céspedes Peña
Si los partidos polÃticos, por una u otra razón, no tienen la capacidad de organizar a la mayorÃa de dominicanos, nadie tiene derecho a impedirles a esos ciudadanos, tener la facultad de escoger a los candidatos que ellos consideran más idóneos para que uno de ellos ocupe la Presidencia de la República, sea hombre o mujer.
Históricamente, los partidos polÃticos desarrollaron una polÃtica de secuestro para la toma de decisiones electorales, usando como excusa el padrón interno.
Quieren que los ciudadanos los apoyen, pero sus dirigentes fijan la "regla del juego" a través de los textos constitucionales o legales, ignorando el derecho de la mayorÃa.
Pero no hay ningún tipo de duda, que las primarias internas suplen esa falta de reconocimiento institucional que tiene la totalidad de los electores.
Los partidos polÃticos, a través de sus lÃderes, nacionales, regionales y locales, imponen al candidato presidencial con un padrón cerrado, para luego salir a las calles a pedirles a la mayorÃa de ciudadanos que voten por sus elegidos.
Pero no es sólo para escoger a los candidatos presidenciales que la mayorÃa de ciudadanos, no registrada en los partidos polÃticos, es usada como vaquitas y becerritos, sino también para los aspirantes a senadores, diputados, alcaldes o regidores.
¡Todos quieren el apoyo de la mayorÃa, pero quieren negarles el derecho a los ciudadanos no organizados, a escoger a los candidatos de su simpatÃa!
¿Y qué es lo que les permite a los ciudadanos asumir su derecho a escoger a los candidatos de su simpatÃa?
Ese derecho está en las primarias abiertas. Son éstas las que les permiten a los ciudadanos escoger a los candidatos de su simpatÃa presidencial, a senador, diputado, alcaldes y regidores.
Hay que reconocer que los padrones cerrados son ventajosos para los aspirantes imponer sus condiciones, debido a que pueden maniobrar más fácil para obtener la mayorÃa de votos.
¿Y por qué no permitirle al pueblo mayoritario no registrado en los padrones polÃticos, decidir el destino del paÃs?
Si Estados Unidos, la referencia polÃtica que usan ciertos sectores para exigir sus derechos, usa el sistema de correo, incluyendo el Internet, para que los ciudadanos voten por los candidatos de su simpatÃa, ¿por qué hay oposición en nuestra nación para que se realicen las primarias abiertas?
El problema está en que la mayorÃa de los aspirantes a posiciones electivas, sólo utilizan a la totalidad de los electores para cuando necesitan sus votos, no cuando el pueblo en general quiere.
¡Asà no! Las primarias abiertas en los partidos polÃticos son una garantÃa de que los candidatos escogidos, representen el sentir de la totalidad de dominicanos, no el de pequeños grupos que utilizan al gran electorado sólo para sus fines.
Los aspirantes presidenciales, de manera especial, deben demostrar que representan a la mayorÃa. Las primarias abiertas les permiten a los ciudadanos votar en las convenciones a favor de aquellos que ellos consideran son los mejores.
¡Los que más se preocupan por la solución de los problemas personales y colectivos!
Con los padrones cerrados, donde sólo pueden votar los inscriptos, los candidatos pueden imponer sus voluntades.
¡Que ganen las candidaturas en las convenciones los que tienen más simpatÃas electorales a nivel general, sin exclusión!
El pueblo, equivocado o no, es quien debe decidir su propio destino. ¡Si se equivocó, es su problema!
Hay derrotas electorales que son provocadas por las propias organizaciones polÃticas, porque tratan de imponer sus criterios sin tomar en consideración las opiniones de la mayorÃa de votantes.
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ya hizo sus primarias abiertas. Como ya inscribieron a los seguidores de los pre-candidatos, oponerse a las primarias abiertas obligatorias por Ley es su estrategia, para tratar de evitar que los Partidos de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), de manera especiales, sumen más votos.
Pero podemos decir que el proceso más democrático que hay, son las primarias abiertas, porque éstas les permiten a todos los ciudadanos ejercer su derecho a escoger a los candidatos que consideran podrÃan ocupar las posiciones electivas descriptas por la Ley
¡Dejen que el pueblo se manifieste con sus primarias abiertas, sin que nadie le impida a ningún ciudadano presentarse a las mesas de votaciones, para elegir a sus candidatos preferidos, aún sin pertenecer a ninguna entidad polÃtica.
¡Eso es democracia!