El CRD pide instituciones y liderazgos redefinir tareas durante el 2026
SAN FRANCISCO DE MACORIS. -El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) pidió a todas las instituciones y los liderazgos del país redefinir en el 2026 sus tareas, metas o responsabilidades sociales, usando de columnas una nueva visión junto a un cambio de mentalidad propulsada por las nuevas generaciones, a fin de consolidar en nuestra nación entornos que garanticen en su mayor plenitud la paz, la justicia social y el desarrollo sustentable.
El organismo de desarrollo considera que para lograr el objetivo que propone, corresponde implantar como prioridad nacional romper con las negativas y resistencias a los cambios que exigen nuestros tiempos y el buen legado a dejar a las futuras generaciones, para poder impulsar con eficiencia la erradicación de los diversos males que afectan a nuestro Estado y a la sociedad dominicana en su conjunto.
La entidad quien tiene entre sus principales ejecutivos a Ysócrates Peña Reyes, Monseñor Jesús María de Jesús Moya, José Aníbal García, Julio Lavandier, Ramón Ureña Torres, Pedro Octavio Alba y, Eglys Esmurdoc, ve que, para motorizar el rumbo requerido, se impone un rompimiento absoluto con los sectarismos y egoísmos, al contraponerse estos a las vías idóneas que deben tener cada ciudadano y las diversas entidades para conducir con sustentabilidad el bienestar personal y el colectivo.
Destaca que nuestra nación hoy más que nunca necesita que reflexionemos en torno a nuestro presente y futuro, además sobre las responsabilidades que cada uno debemos asumir, para dotarnos de la sabiduría y el desprendimiento que faciliten la canalización correcta de los proyectos y metas que urgimos, para edificar una mejor sociedad dominicana para las presentes y futuras generaciones.
Añade que para erradicar los males que afectan al país y nos agobian a todos por igual, hay que propulsar la renovación y transformación que requerimos, soportándola en la vocación de bien y el bienestar para todos, dentro de un proceso que, para ser exitoso, necesariamente deben participar jóvenes, viejos, pobres y ricos del campo y la ciudad, además, sin excepción alguna, todas las entidades y los liderazgos que accionan en el territorio nacional.
Considera que estos objetivos, colectivamente llaman a comprender que constituye un principio capital, que los valores se viven en casa y se transmiten a los demás como una forma natural de vida, es decir, dando ejemplo, siendo primordial, la acción de los padres, a fin de que los niños y los jóvenes, reciban verdaderas lecciones de cómo practicarlos en su mayor expresión y dimensión.
Señala que igual conducta y forma de proceder, deben exhibir y plasmar los liderazgos que conducen nuestras instituciones y los que tienen en sus manos el timón de los diversos estamentos del Estado dominicano, para constituirse en faro de luz frente para la población nacional en las metas y logros a alcanzar.
Resalta que debemos entender que así como el egoísmo constituye el peor enemigo de la existencia del amor y la unidad en las parejas y las familias, la práctica del mismo en los estamentos estatales y en nuestras instituciones es improductiva, por sumergir al ser humano en la irracionalidad y los sentimientos infecundos.
El CRD concluye su petición, llamando asumir en su mayor plenitud los lineamientos que propone, al considerar vital el marco que ofrecen la unión, la confraternidad y el real amor asimismo y al prójimo, para proveernos de los soportes para lograr sobre bases firmes un mejor presente y el futuro en la sociedad dominicana teniendo de plataforma los mejores de sus valores y principios.


