Donald Trump invitó tamborileño Johan Rosario a toma posesión
TAMBORIL.- Por caminos de vientos y arenas movedizas, Johan Rosario, un visionario de la política y el comercio, se erige como uno de los pocos dominicanos que tendrán un asiento reservado en la magna investidura de Donald Trump.
Con la brújula del presentimiento apuntando al norte del destino, Rosario vislumbró hace años lo que muchos desestimaron: que el magnate de la construcción se coronaría nuevamente en la Casa Blanca, siguiendo las huellas históricas de Grover Cleveland.
Con palabras como espadas y convicciones más fuertes que la marea de la opinión popular encontrada, Rosario defendió a Trump cuando los ecos de su candidatura resonaban como fantasmas en los pasillos del escepticismo.
Su postura férrea le costó perder amistades y alianzas, pero, como un roble bajo tormenta, nunca se doblegó.
Ahora, mientras el nombre del presidente dominicano, Luis Abinader, brilla por su ausencia en la lista de invitados, Rosario se prepara para ocupar un lugar privilegiado en el templo del poder estadounidense.
Rosario será testigo presencial de sus presagios hechos realidad cuando el 20 de enero vibre el simbolismo de un triunfo que parecía inverosímil, una odisea difícil de materializar.
En su presencia como dominicano visionario el joven empresario, periodista y escritor tendrá la satisfacción de ver a Trump, el eterno gladiador del Capitolio, alzar su mano sobre la Biblia, en un gesto solemne que evocará un pacto ancestral entre líder y nación.
La jornada inaugural de la investidura comenzará con un servicio en la emblemática iglesia de St. John's, seguida de un encuentro privado entre el presidente saliente, Joe Biden, y el renacido presidente, Trump.
Las escalinatas del Capitolio se convertirán en un teatro de gestos solemnes y aplausos contenidos, aunque el frío morderá tan fuerte que la ceremonia, en un giro inesperado, se celebrará en el interior del edificio.
Además de Rosario, otros dominicanos de renombre compartirán el escenario donde nace el destino político de Estados Unidos, entre los que se encuentran Santiago Matías, el senador Omar Fernández y Fernando Abreu, quienes encarnan un testimonio de las conexiones entre las almas políticas de ambos países.
Johan Rosario, el visionario que apostó cuando el mundo dudaba, no solo verá cumplida su profecía; será parte de la historia que él mismo ayudó a escribir.