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Residentes Los Contreras aislados desde hace tres días por lluvias Melissa

Foto yola de transporte en Los ContrerasVILLA RIVA (PROVINCIA DUARTE).- – En la pequeña comunidad de Los Contreras, el aislamiento, causa por las lluvias, se ha convertido en una forma de vida, donde un yolita es un gran medio de transporte.

Desde hace tres días, las aguas desbordadas de los ríos Yuna, Payabo y Caño Azul mantienen incomunicadas a unas 700 personas que solo cuentan con un medio para salir: una embarcación artesanal conducida por Junior, un joven del lugar que, con esfuerzo y riesgo, cruza a sus vecinos hacia la comunidad más cercana, Los Peinados.

Ambas localidades pertenecen al municipio de Villa Riva, en la provincia Duarte, una de las zonas más afectadas por las lluvias de los últimos días. Hasta el sábado, la provincia se mantenía en alerta amarilla, aunque este domingo pasó a verde, según el Centro de Operaciones de Emergencias (COE). Sin embargo, los efectos del huracán Melissa, de categoría 4, continúan sintiéndose en gran parte del país.

Una yolita que mantiene viva la esperanza

"Cuando llueve, todo se inunda. El agua se queda estancada porque no hay por dónde correr. Si hicieran una alcantarilla, eso ayudaría mucho", explicó Junior, mientras empujaba la pequeña yola que sirve como transporte improvisado para enfermos, niños y ancianos.

En Los Contreras, la agricultura es el principal sustento. Las plantaciones de plátano y arroz permanecen bajo el agua, y los caminos, convertidos en lodazales, cortan toda comunicación con el municipio cabecera.

Los comunitarios relatan que cada temporada de lluvias repite la misma historia: pérdidas agrícolas, suspensión de clases y miedo por la salud de los más vulnerables.

"Yo tengo una operación a corazón abierto y, si me enfermo, no puedo salir. Solo Dios me ayuda a no ponerme mala", contó Isabel de Jesús, una residente enferma que vive en constante preocupación cuando el río crece.

Escuelas cerradas y comunidades incomunicadas

Las clases también están suspendidas. Los maestros no viven en la comunidad y no pueden cruzar mientras el nivel del río siga alto.
"Los niños duran días sin ir a la escuela. Los profesores viven fuera y no pueden venir", lamentó Isabel.

Otros moradores, como Narciso Zarante y Lucía Suriel, coinciden en que el problema no es nuevo.

"Todos los años pasa lo mismo y las autoridades solo vienen cuando hay elecciones", afirmó Narciso, mientras mostraba el camino completamente cubierto de agua.

Lucía añadió que, aunque algunos les han sugerido mudarse, muchos se niegan a abandonar sus tierras.

"Aquí nacimos y aquí queremos vivir; solo pedimos una solución real", expresó.

Una comunidad atrapada en el olvido
El equipo de un medio de circulación nacional tuvo que cruzar en la pequeña embarcación para conversar con los habitantes, quienes insisten en que no buscan promesas, sino obras que eviten el aislamiento.

Piden al Gobierno y a las autoridades locales intervenir la zona con proyectos de drenaje y canalización, para que Los Contreras deje de quedar atrapado cada vez que llueve.