La política partidaria en suspenso…

Por Luis Taveras

En análisis de coyunturas los roles y papeles que estructuran la realidad se oficializan o se institucionalizan en formas diversas, en la que se incluye, como es obvio, la finalidad política de conductas y comportamientos construyendo modelos de análisis dentro del marco de la teoría política contemporánea.

En nuestro país, la monopolización de la acción política la ejercen, más para allá o más para acá los partidos políticos porque el sistema está diseñado para procesar demandas alrededor de la conservación o la toma del poder fin último de su existencia; desde un hace tiempo la virilidad existencial de esas organizaciones solo se "recetean" en espacios electorales definidos(cada 4 años) induciendo su movilidad hacia esos entornos interlejanos cuyos resultados son su converibilidad en maquinarias electorales; como la ves realidad en sus diversas manifestaciones no existe en el vacío, algo lo reemplaza para expresar los juegos de poder. Alguien tiene que asumir ese papel.

Es obvio que esa función la ejercen fuerzas y grupos sociales diversos que se convierten en protagonistas de coyunturas. Durante esa sucesión de acontecimientos se desarrollan mecanismos de evolución expresa de realidades de todo tipo de colores propiciando escenarios variopintos posibles; por esos y otros motivos los acontecimientos que se originan en la actualidad obedecen no a la lógica partidaria sino de visibilidad de garras que buscan posicionar su identidad a través de ese vacío existencial; eso no implica que algunos elementos partidarios, desde un sótano frío, intenten subirse en esa oleada interpelando sus deseos de electoralizar (qué en este caso significa partidarizar) a través de una calculadora observando consecuencias más allá de la coyuntura.

Hay una a sincronía entre el perfil de la democracia liberal(basada en instituciones partidarias fuertes) y la emergencia de otras fuentes alternativas de participación y representación política.
Por eso se percibe la actuación de esos sectores como una consecuencia de las

debilidades partidarias y que en algunos casos hasta cuestionan la existencia de estos, lo cual podría ser un claro indicio de crisis que se expresa a través de la debilidad presencial de la política a través de los partidos y que se manifiesta hasta en los procesos electorales con un alto porcentaje que de abstención electoral. Esa es la consecuencia del clivaje entre "la "normalidad" y la práctica política de undergrou