Para ti, ¿quién soy yo?
Ánimo en dos minutos
Por Luis Rafael García Dubus
"¡Oiga, ¡esa sí es una pregunta difícil...! ¿Qué quiere que yo le responda...?" – me dijo el barbero entre sorprendido y alarmado.
"Es cierto", le dije tratando de calmarlo, "es difícil, sólo quiero que me digas tu respuesta personal"
Mi amigo no podía salir de su confusión. Dar una respuesta, era para él algo verdaderamente intrincado y espinoso.
También a usted le hago esa pregunta:
¿QUIÉN ES JESUCRISTO PARA USTED?
Antes le daré algunos ejemplos:
Mi amigo el médico: "Jesucristo fue un gran hombre". "Él es un personaje de la talla de Zoroastro, Confucio, Lao Tsé y Buda. Sin duda, un individuo extraordinario".
Para él, Jesucristo es un personaje histórico, y nada más. Nació, vivió y murió. Por tanto, NO ESTÁ AQUÍ.
Para el barbero: "Jesucristo nació, vivió, murió y resucitó".
- "Entonces, tú crees que Él está vivo", le dije.
- "Si claro" me contestó.
- "Bueno, pues si está vivo, ¿dónde está...?"
- "Él está en el cielo", respondió, "y algún día volverá".
Tanto para el médico como para el barbero: "Jesucristo NO ESTÁ AQUÍ. ESTÁ AUSENTE".
¿Y para usted? ¿Quién es? ¿Está vivo, o muerto? ¿Está ausente, o presente?
El mismo Señor se la hace a sus discípulos, según aparece en el evangelio de Marcos 8, 27-35.
San Pedro le respondió: "TÚ ERES EL MESÍAS".
Pedro lo estaba viendo, lo conocía, lo trataba, era su amigo. Para él el Señor estaba vivo y presente. Y ahora, porque recibió esa revelación, supo que aquel amigo suyo era el Hijo de Dios.
Nosotros tenemos que recibir la misma revelación de Pedro, pero al revés.
Pedro primero sabía que Jesucristo era su amigo, y luego lo descubrió como el Mesías, el Hijo de Dios.
Nosotros ya sabemos que Jesucristo es el Mesías; ahora nos falta descubrirlo como amigo. Nos hace falta lo que a Pedro le sobraba:
ENCONTRARLO, CONOCERLO,
TRATARLO, SER SU AMIGO.
Con razón ha dicho San Juan Pablo II:
"DESCUBRIR A CRISTO, Y CADA VEZ MEJOR,
ES LA AVENTURA MÁS MARAVILLOSA
DE NUESTRA VIDA"
Tenemos entonces, tres caminos:
La FE del médico, que rinde tributo histórico.
La FE del barbero, que rinde tributo de adoración a un Dios ausente.
Y la FE del discípulo, que está en proceso continuo de descubrir y aceptar su ÍNTIMA AMISTAD.
¿Por cuál transita usted?
LA PREGUNTA DE HOY
¿CÓMO SE LOGRA UNA AMISTAD ÍNTIMA CON JESUCRISTO?
Juntándose con Él.
Y con Él sucede que mientras más lo tratas, más lo conoces, y mientras más lo conoces, más deseas su compañía y su amistad.
Para conocerlo: los evangelios. Para juntarse con Él: la conversación íntima, el sagrario, y los sacramentos.
Él está siempre disponible. Sólo falta... YO. Le advierto cuando usted lo encuentre, encontrará un Camino.