El sabotaje en la JCE y los millones
Banner CORAASAN

El sabotaje en la JCE y los millones

Fotografía Luís Céspedes Peña 1El Mirador

Por Luís Céspedes Peña

Muchos de los que llevamos décadas usando computadoras y con ellas las innovaciones tecnológicas, sabemos perfectamente que lo sucedido el domingo en la Junta Central Electoral (JCE), para invalidar las elecciones municipales, fue un sabotaje para perjudicar al gobierno del Presidente Danilo Medina, a su organización, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y al juez mayor del organismo electoral, doctor Julio César Castaños Guzmán.

Un sabotaje que se hizo para justificar la postura de algunos líderes de la oposición política, que siempre se opusieron al sistema de conteo de votos electrónicos, entre ellos, quienes no quieren que se les cuenten los sufragios, porque les serían perjudiciales. ¡Ahora, con otro tiempo más, que podría ser un mes, según la Ley, podrían recomponer algunas cosas a su favor!

Y antes de entrar a la parte técnica, debemos decir que el presidente de la JCE, es una víctima de esa conspiración criminal. Lo menos que hubiese deseado el doctor Castaños Guzmán, es tener que cargar para la historia que en su gestión ocurrió la única vez que el país tuvo que cáncer unas elecciones municipales nacionales, a las cuales la ciudadanía estaba acudiendo masivamente a votar.

Y, en el caso del PLD, es la segunda víctima, porque es la entidad política que dirige el poder. Hasta el momento, la oposición, con su gran equipo de comunicadores, está ganando la batalla. El PLD tiene mayoría de comunicadores, pero están en silencio, su totalidad, fruto de un incorrecto manejo de la publicidad, lo que no quiere decir que se les quite a los adversarios, porque eso resta, sino que a los oficialistas o aliados, se les tome más en cuenta en la distribución publicitaria.

hasta que las autoridades puedan localizar a quienes, a base del sacrificio económico y personal de la mayoría de dominicanos, aunque entre éstos hay responsables de la crisis, materializaron el sabotaje para impedir el conteo de los votos, el cual se observaba que estaba favoreciendo ampliamente a los oficialistas, los cuales dicen no tienen objeción para ningún sistema de votación.

La parte técnica

Los que a diario, desde que nos levantamos, en mi caso desde 1984, luego de tomar café con un pan o ingerir varias galletas, a encender una computadora, sabemos que se puede usar varios programas simultáneos para archivar informaciones, de cualquier tipo de escritura, incluyendo noticias, anuncios, fotografías u otros trabajos.

Esos programas, también llamados softwares, pueden ser usados de diferentes maneras, que les permiten a los usuarios guardar o archivar, como usted lo quiera decir, para buscar el material cuando se necesita.

Estamos escribiendo en una computadora normal, no de las sofisticadas usadas por la JCE. Se alega que algunas boletas no aparecieron, que fue lo que produjo el problema, pero suponemos que los técnicos, por la importancia del hecho, como es la organización de las elecciones, hacían varias copias, para si unas fallaban, rápidamente montar las sustitutas.

Es importante que la ciudadanía sepa que para cada provincia se hizo un programa, el cual, en los casos de Santiago y el Distrito Nacional, para sólo poner dos ejemplos, en cada archivo sólo aparecían los votantes de esas comunidades o de cada Colegio Electoral. Y para cada Colegio Electoral de una determinada demarcación, sólo aparecían los votantes de ese lugar.

Por ejemplo, donde vota el ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, que es el Club de Nibaje, de Santiago, funcionan ocho mesas. De esas ocho, en la que vota Ventura Camejo y otra más, no hubo votación porque se presentó el problema del sabotaje, que estamos seguros hizo millonarios a algunos técnicos de la JCE en el país o vinculados desde fuera.

¡Probablemente, pagados por alguien que no le interesaba que se le contaran los votos, porque no quiere ser derrotado! No hay más claridad de lo que decimos, que antes de las elecciones, todos los técnicos nacionales e internacionales, hicieron decenas de pruebas y todas salían bien, pero como alguien manejó el sistema desde el centro de la JCE, conocedor de todo el sistema, podía bloquear, uno por uno, cada programa diseñado para las 31 provincias y el Distrito Nacional, solamente entrando a la plataforma, donde se hicieron los bloqueos.

La Ley Electoral dice que donde se presenten problemas en las votaciones, se pueden nular o anular, como usted considera usar mejor el término. ¡Pero no a nivel general! Es importante que como hay millones de personas que leen informaciones diarias, pero no saben usar una computadora, sepan que el usuario puede estar enviando y recibiendo datos simultáneamente hasta por cuatro o más vías diferentes, sin tener que interrumpir lo que está escribiendo, sin ver las cosas que la máquina está haciendo.

E, incluso, usted puede dejar a su computadora trabajando sola, para irse a hacer otras gestiones fuera de ese lugar. Hay que decir que cada mesa electoral usó su propia máquina para que las personas votaran. Si por una u otra razón se dañó una máquina, los demás colegios seguían trabajando, porque no están conectadas entre sí, sino al sistema nacional de la JCE.

Si todos los Colegio Electorales se manejaran con un mismo archivo, entonces hay la posibilidad de que todo el proceso colapse, pero no funciona así. Si en un determinado Colegio Electoral se dañó una máquina de votación, simplemente lo que había que hacerse era cambiarla, porque se supone que se compró más de una por cada Colegio, por si se presentaba alguna anormalidad, como ocurrió.

Y como la JCE tiene todos los mecanismos necesarios para el montaje de las elecciones, también puede usar aviones o helicópteros de las Fuerzas Amadas, para resolver cualquier problema que se presente, incluyendo el transporte de técnicos.

Se puede dar el caso de que un archivo que funciona en una determinada computadora se dañe, por una u otra razón, pero un técnico debe tener la debida precaución para guardar el mismo material en otra plataforma, para montarlo de inmediato ocurra el problema. ¡Hasta los técnicos de la Organización de Estados Americanos (OEA) y demás observadores que hay en el país, están sorprendidos con lo ocurrido, porque dicen que nunca sucedió en otra nación donde se utiliza el voto automatizado.

Pero es importante señalar que los que participaron en el sabotaje, de manera indirecta, tampoco estarán satisfechos cuando se les cuenten los votos manuales, porque hay que hacer nuevas elecciones, comenzando desde el principio. ¡Y claro está, ya habiendo sometidos a la Justicia a los saboteadores!

En cada computadora hay varios lugares por donde se buscan archivos, si no aparecen donde se guarda normalmente, como son los casos de Inicio o Buscar imágenes. ¡Eso es para el trabajo rutinario, no el sofisticado de la JCE!

Lo sucedido y con el gran equipo de comunicación que tiene la oposición, que no lo posee el gobierno, los únicos perdedores son el propio régimen, como también el presidente de la JCE, que no participaron en el fraude, pero que en el caso del segundo, fue muy débil con las presiones de sectores de la oposición, pero que sí tendrá que ser valiente para ayudar a buscar a los responsables de los que le hicieron un daño histórico. Y que creemos están dentro del mismo organismo que dirige, con posibles conexiones fuera de esa institución.

Los sectores de la oposición que están pidiendo la "cabeza" del presidente de la JCE, sólo buscan culparlo de lo que él no sabe, para proteger a los saboteadores. ¡Es una buena estrategia! Me arriesgo a decir que el doctor Castaños Guzmán, es un funcionario honesto, pero él debe entender que tiene algunos amigos que sólo lo quieren para utilizarlo, cuando les conviene.

Su principal papel es el de poner todo su empeño para que ese sabotaje termine en la Justicia y de esa forma evitar que vuelva a ocurrir otro hecho semejante, que le sale por muchos millones de pesos a los dominicanos, que deben pagar todo el costo de las elecciones a través de los impuestos, ahora agregado el dinero que no hay dudas salió para financiar ese fraude tecnológico.

Concluimos recordando que en el país, la JCE elaboró 31 boletas para igual número de provincias y la 32 que sería la del Distrito Nacional, con los nombres correspondientes a cada demarcación, lo que quiere decir que sólo manos criminales, manejadores de la situación, podían bloquear el sistema diversificado y sofisticado de la JCE.

¡Gracias por leernos!