El fuego del amor
Por Luis Rafael GarcÃa Dubus
Dos minutos
Interpretación dominicana del evangelio de San Lucas 12, 49-53
"Si usted está enfermo de muerte, es por su propia culpa. No volveré aquÃ. La próxima vez que sepa acerca de usted, será por una esquela mortuoria que vea por el periódico. Adiós."
Dicho esto, la joven señora salió de la habitación del hospital donde estaba internado su padre, y con paso resuelto se encaminó hacia la salida.
HabÃa sido dura, pero habÃa sido justa. El no se merecÃa otra cosa. La habÃa traicionado a ella y a su madre cuando las abandonó, teniendo ella apenas unos meses de nacida, a pesar de ser su única hija.
Mientras pensaba como su padre la habÃa traicionado, recordó a otro traidor: Judas. Y repasó las últimas palabras que le habÃa dirigido el Señor a Judas: "Amigo..."
HabÃa dicho que no volverÃa, pero al dÃa siguiente aquella hija volvió a ver a su padre. Este se quedó mirándola extrañado, y esperó.
-"Vine para expresarte que lamento lo que dije ayer" y añadió: "He pensado que si el Señor no rechazó a Judas, tampoco yo puedo rechazarte". Y luego, lentamente dijo con firmeza: "Te perdono. Puedes morir tranquilo. Te quiero".
Lo que sucedió luego sorprendió a los médicos: recuperó el deseo de vivir, y dÃas después fue dado de alta. El Amor Incondicional de su Hija lo Curó.
Su dolor no habÃa cambiado. Pero en su segunda visita ella pudo amarlo y perdonarlo.
Esto que ella realizó fue un acto de amor, de amor verdadero, de Amor Auténtico. Y ese amor, cura, porque viene de Dios.
El Señor habla hoy de "fuego". Fuego es el poder del Amor de Dios que purifica y divide. SÃ, divide la parte mala de la parte buena. Y destruye la mala, haciendo que la buena ocupe más espacio, como cuando destruye la altivez de la soberbia y enaltece la humildad.
Él con su muerte en una cruz, suscita una nueva realidad, algo que no existÃa antes: el amor gratis, el amor incondicional.
Cuando ese amor pasa a través de un corazón humano, a veces duele. Pero es lo único que da vida al mundo.
Un cristiano es aquél que, habiendo descubierto ya ese amor de Dios por él, está dispuesto a permitir que Dios lo use como canal del fuego de su amor por otros.
La joven de la historia de hoy lo hizo, y el papá recobró la vida. Si queremos, podemos atrevernos a dejar que ese amor pase a través nuestro. Los griegos lo llamaban "agape". "El amor auténtico es aquél que hace a una persona capaz de amar a quienes lo odian." Mahatma Gandhi
LA PREGUNTA DE HOY:
¿ACASO DIOS DIVIDE?
La división se produce cuando Dios es relegado, tanto en familias como naciones. El fuego del amor de Dios, en cambio, produce la única unidad y familia estable en este mundo: la de los hijos de Dios.