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La carestía en los tiempos actuales

Foto Editorial El QuisqueyanoLos consumidores sufren uno de los peores momentos de su vida comercial, fruto del encarecimiento continuo de los precios de los productos de consumo diario.

Vivimos en un país donde las reglas comerciales no existen. ¡Cada quien pone el precio que desea! Es un abusivo sistema comercial, impuesto por los poderes económicos.

Es una política que comenzó a aplicarse a raíz de la desaparición del gobierno reformista de Joaquín Balaguer. Ahora debemos admitir que Balaguer, con los todos los errores políticos, con la persecución de los llamados gobierno de los 12 años, pensaba más en los pobres que la mayoría de los posteriores gobernantes, exceptuando los regímenes de Leonel Fernández y Danilo Medina, que siguieron políticas parecidas a favor de los más necesitados.

Balaguer fue un radical defensor de los bienes del Estado, especialmente de sus empresas. La ambición del sector privado, provocó la desaparición de casi todos esos bienes del Estado, aunque con la complicidad de líderes políticos gobernantes.

Y también debemos admitir que el Presidente Danilo Medina (2012-2020), fue el único de los últimos gobernantes que mantuvo la idea de no privatizar las empresas del Estado que todavía existían.

El gobierno del Presidente Luis Abinader, ignorando que ese gravísimo error de seguir vendiendo las empresas del Estado podría despojarlo del poder en las venideras elecciones, continúa la privatización.

Hace poco, ese gobierno abolió al Consejo Estatal del Azúcar (CEA), para que la producción y comercialización del dulce pase a manos privadas. Hace unos días, también abolió la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) y tiene otros planes para seguir privatizando las pocas empresas que todavía quedan.

Los ojos de los empresarios están puestos en la empresa hidroeléctrica Punta Catalina. Hoy, el país tiene una administración pública más pequeña, con menos empleos, porque el gobierno eliminó esas y otras fuentes.

Los precios de los alimentos y productos de consumo diario, como es la energía eléctrica, siguen sin detenerse.

El Presidente Abinader parece que no puede detener el apetito desmedido de los sectores económicos que forman parte de su gobierno.

Los préstamos a pequeños y medianos productores que mantuvo el gobierno de Danilo Medina, hoy apenas podrían llegar al 1%, porque el proyecto conocido como Banda solidaria, desapareció.

Éste consistía en que los productores recibían millones de pesos al año, sin presentar ningún papelito como garantía. ¡Y la producción de alimento se disparó!

Lamentablemente, volvimos a los tiempos parecidos al gobierno de Hipólito Mejía, que los productos permanentemente subían, no para favorecer a los productores, sino a los intermediarios, mientras los consumidores sufrían el alto costo de los productos.

Los materiales para la construcción suben de precios a cada momento. Con la desaparición de los Ingenios del Estado, todos los productos que requieren de azúcar, ya suben permanentemente.

No creemos que el Presidente Abinader, con esas condiciones negativas extremas, pueda ganar la reelección.

Es que los funcionarios del gobierno del Partido Revolucionario Moderno (PRM), parece que les están dando mucha credibilidad a la versión de que ese sector del antiguo Partido Revolucionario Dominicano (PRD), sólo gobierno, malo, por cuatro años.

Las demostradas buenas intenciones del Presidente Abinader para su país, no serán suficientes para hacerle entender a la mayoría de dominicanos, que él puede mejorar la economía.

Hay menos derecho a la salud, la alimentación y la vivienda, factores que son determinantes para poder triunfar en unas elecciones. ¡Esperaremos!