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La Fiebre Porcina Africana y el gobierno

Foto Editorial El QuisqueyanoEl gobierno está manejando erróneamente el caso de la Fiebre Porcina Africana, la cual afecta a 11 provincias del país.

La carne de cerdo, aún con la enfermedad, no es transmisible a los humanos. Esa enfermedad, que llegó al país en la década de los 70 durante el gobierno del Presidente Joaquín Balaguer, acabó con la producción casi total de cerdos.

Al igual que en ese gobierno y luego el que lo siguió, el del Presidente Antonio Guzmán Fernández, quien al principio se negaba a disponer la matanza masiva de cerdos, no le quedó otra cosa que hacerlo, debido a las amenazas de los organismos financieros internacionales, los cuales advirtieron que no había préstamos para la República Dominicana, si no se cumplía con esa disposición

En ningún caso, los productores de cerdos recibieron compensaciones. En los gobiernos de Balaguer y Guzmán Fernández se manejaron fuertes crisis económicas, fruto de las continuas guerras internacionales y los problemas políticos entre las grandes potencias.

Hoy, la situación es diferente. El país tiene un superávit económico, o mejor dicho, el gobierno de Luis Abinader, tiene más millones que los que está gastando, según lo afirmado por el tres veces Presidente de la República, Leonel Fernández Reyna.

Entonces el gobierno no debe propiciar matanzas masivas de cerdos sin compensar a los productores.

¡Y menos tirar la carne en fosas comunes, cuando ese alimento debe ser consumido por los humanos, sin ningún riesgo!

Pero hay otra cosa. La Fiebre Porcina Africana es controlable. Su transmisión es por la contaminación, sea por el consumo de residuos de carne cruda por otros puercos o por el contacto de un animal enfermo con un sano, porque la fiebre es acompañada de una especie de gripe.

Con la separación rápida de cerdos, incluso de una misma pocilga o los llamados traspatios, donde la crianza casi siempre es menor de diez cerdos.

También está el peligro de los vertederos, donde se alimentan cerdos de la clase pobre.

Es por esa razón que el trabajo debería consistir, primero, en la orientación de parte de las autoridades, para educar a los productores.

¡Pero no se hace, porque también está la guerra entre los productores de pollos, cerdos y reses, muchos de los cuales pagan campañas publicitarias para magnificar el problema cuando afecta a los otros!

Ya la libra de carne de pollo está entre 85 y 90 pesos. Los productores de pollos se estaban quejando de que el gobierno no los estaba apoyando.

Con la Fiebre Porcina Africana, se incrementa la producción de pollos, como es el caso de Moca, donde la totalidad de las granjas estaban cerradas.

El Instituto Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE), en vez de decir que va a comprar carne de cerdo para que los consumidores, que son sacrificados cada semana con las alzas de precios de todos los artículos, puedan adquirir el alimento a bajo costo, informó que analiza esa posibilidad, lo que determina la poca voluntad del gobierno de apoyar, aunque sea mínimamente, a los más pobres.

Lo más recomendable es una buena política de información sanitaria. Por ejemplo, a los criadores de cerdos hay que decirles que no deben usar residuos de los alimentos que se usan en las diferentes cocinas, ni crudos ni cocinados.

Criar o engordar los cerdos con alimentos propios para esa actividad. Nunca entrar a las granjas o lugares donde se crían cerdos, con las vestimentas de uso diario, sino con unas especiales que no salgan de producción.

Cubrir las granjas o pocilgas con papel plástico, cartón, hojas de canas, que abundan en los campos, u otros protectores, para evitar cualquier contaminación por aire de otros animales que podrían estar enfermos en los alrededores.

Además, en los lugares calurosos, los productores deben mantener frescos a los cerdos.

Lamentablemente, el gobierno, sin analizar que la matanza masiva de cerdos afecta a los más necesitados, pero severamente a la economía nacional, porque los ricos sólo dejan de ganar más, debe poner en práctica medidas sanitarias para disminuir los efectos de la Fiebre Porcina Africana.
¡No irse por lo más cómodo para el gobierno, como es la matanza masiva de cerdos, sin compensar a todos los criadores afectados!

Y si el gobierno se decide compensar a todos los productores, entonces tampoco hay que enterrar los animales sacrificados, como ya se está haciendo en algunas de las zonas donde fue detectada la enfermedad, sino dársela a los consumidores.

Debemos admitir que se trata de un gran problema para el país, el cual, a pesar de avanzar en su crianza de cerdos a nivel de la clase pobre, todavía no había lograr repoblar el 50 por ciento, con relación a la década de los 70, donde en cada casa campesina había producción de puercos.