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La prevención del COVID y el negocio

Foto Editorial El QuisqueyanoEn el país se desarrolla una gran campaña supuestamente para combatir el COVID-19, basada en la obligatoriedad de la vacunación, que es inconstitucional, pero no para la prevención del coronavirus, que es más efectiva.

El Presidente Luis Abinader declaró que no puede obligar a ningún ciudadano a que se vacune y es correcto. Y es correcto, porque hacerlo o no es un derecho constitucional de los ciudadanos.

El Presidente de Rusia, Vladimir Putin, también dijo que no puede obligar a los ciudadanos a que se vacunen, si éstos no quieren, aunque exhortó a hacerlo. ¡También es correcto!

Ambos gobernantes están respetando el derecho que tienen los ciudadanos en las Constituciones de Rusia y la República Dominicana.

Vacunarse es importante, porque el coronavirus tiene menos posibilidad de matar a los ciudadanos infectados.

La presidenta del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), Mercedes Castillo, está internada con COVID, a pesar de haberse puesto las dos vacunas.

Recomendamos que se vuelva a desarrollar la campaña preventiva del uso de mascarilla y el mantenimiento de la higiene, como la lavada de manos. ¡Eso sí que es efectivo!

El gobierno debe mantener una intensa campaña por los medios de comunicaciones para que cada ciudadano o ciudadana use el llamado tapaboca, que es más barato y efectiva.

Imitar al anterior gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que repartía millones de mascarillas, realizaba operativos de higienización barrio por barrio y campo por campo, desinfectando para evitar lo que hoy ocurre en el país, con los hospitales repletos de enfermos de coronavirus o COVID.

Eso no es nada grande para el Presidente Luis Abinader, a quien hay que reconocerle que es un continuador de las obras del Estado.

Si todos los ciudadanos usamos correctamente la mascarilla, quitándonosla agarrándola por las esquinas o por el látigo, y luego lavándonos las manos, la contaminación se redujera en un 97 ó 98 por ciento.

Es que si usted y yo tenemos la mascarilla puesta hablando, usándola correctamente, lavándonos las manos, así como también usando alcohol, no hay posibilidad de contagio entre ambos.

Si todos los ciudadanos hacemos eso, no hay posibilidad de contagio a nivel nacional. El problema está en que esa campaña es poco rentable para el comercio.

Cuando el gobierno de Danilo Medina, porque hay que decir las buenas obras, se mantuvieron los controles en los movimientos innecesarios de grupos sociales, que son los principales propagadores de la enfermedad, dando buenos resultados, pero se abandonó esa práctica en más de un 90%.

En la mayoría de los barrios se observa a la totalidad de ciudadanos reunidos en grupos o caminando sin la mascarilla.

Eso sigue provocando la grave situación que tenemos hoy, con los centros asistenciales llenos de enfermos de coronavirus. ¡Pero es lo que produce cientos de millones de pesos diarios a favor de los laboratorios, farmacias, clínicas y otros!

Es esa la razón que motiva a esos sectores, que cuentan con muchos medios de defensas, a presionar al gobierno para que obligue a los ciudadanos a vacunarse. ¡Y usted cree que ellos quieren al pueblo sano!

Quieren seguir ganando millones de dólares, euros, pesos u otras monedas. Hay centros asistenciales que ya se ganaron el dinero en tiempo de pandemia, que no lo obtendrían en diez años. Pronto veremos a muchos centros asistenciales en Santo Domingo, Santiago y otras grandes ciudades, construyendo modernas instalaciones.

¡Pero es su negocio! Trabajan para ganar más. Es contrario a lo que decía el entonces ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo: "Es más conveniente para la mayoría de ciudadanos, la prevención de enfermedades, que la cura, que es más costosa y traumática".

El problema está en que para los sectores comerciales del sector médico, llámese laboratorios, clínicas, los importadores, fabricantes de otros artículos, como las jeringuillas, o las farmacias, el éxito está en que haya más enfermos, no en que se evite.

¡Estamos claros!