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Un gobierno de Unidad Nacional

Foto Editorial El QuisqueyanoEl Presidente electo, Luis Abinader, planteó la necesidad de encabezar un gobierno de Unidad Nacional para todos juntos enfrentar los graves problemas del país, causados por el coronavirus.

Abinader va a heredar una economía diezmada por el COVID-19, después que el país, antes de ese fenómeno, estaba encabezando uno de los mejores porcentajes del Producto Bruto Interno (PBI) de América Latina, sobrepasando el 5%.

Es cierto que todas las economías el mundo corrieron por el mismo camino de la destrucción, incluyendo a Estados Unidos, la nación más poderosa del mundo. La idea del presidente electo de la República es correcta.

¡Sólo que hay que esperar cómo el nuevo Presidente de la República va a integrar su gobierno! Tenemos que reconocer que son muchos los compromisos políticos que el nuevo gobierno tendrá que enfrentar.

Pero será muy difícil "construir" un Gobierno de Unidad Nacional cuando hay que decir que las cancelaciones en la administración pública, los Ayuntamientos, instituciones centralizadas, descentralizadas y autónomas del Estado podrían alcanzar los 400 mil empleados en sus diferentes niveles.

Se podría que un empleado va a sustituir a otro y que eso haría un equilibrio, pero no es así. Muchos de los candidatos a empleados púbicos ya tenían la forma de cómo sobrevivir, mientras que los salientes, quizás viejos, tendrán muchos problemas para hacer frente a las diferentes situaciones económicas y sociales para insertarse nueva al campo de la producción.

Pero la idea del Presidente electo debe ser evaluada, si éste pone sobre la "mesa" el ideal de su propuesta. Pero entendemos que el gobierno, por la forma que ganó las elecciones municipal y presidencial, con mucha presión hacia el régimen del Presidente Danilo Medina, podría recibir la misma respuesta de la militancia peledeísta y los aliados. ¡No desearía la retaliación!

De ahí que el Presidente electo debe abocarse a hacer la propuesta de Gobierno de Unidad Nacional real. ¡Y sería lo más favorable para bien del país! No hay ninguna duda de que si como fue el Partido Revolucionario Moderno (PRM) que ganó las elecciones hubiese sido el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), el país hoy estuviera en llamadas.

No queremos echarle "leña el fuego", pero así hubiese ocurrido.
Un Gobierno de Unidad Nacional sería lo ideal en estos momentos de crisis provocada por la pandemia del coronavirus, después de que añorábamos seguir disfrutando de una economía en permanente crecimiento. ¡Así son las cosas!

Pero parece que el Presidente electo, que pronto estará recibiendo insultos de sus propios seguidores, porque no podrá nombrar a todos los que hicieron campaña a su favor. Lo ideal sería que copia el estilo de gobierno del Presidente Medina para resolver los principales problemas del país, especialmente de los productores.

Habló el PLD

En otro aspecto, debemos decir que el PLD habló en las urnas, castigando a aquellos candidatos del gobierno que se olvidaron de la base

El hecho, como es el caso de Santiago, de que los peledeístas cambiaron a la mayoría de sus legisladores, es la mejor demostración de que la base de los morados castiga a muchos de sus altos dirigentes votando en contra a lo interno o absteniéndose de sufragar.

El hecho de que un sector de la base, que decidió acudir a las urnas tomó la decisión cambiar a varios diputados por otros del mismo PLD, es una manifestación de repudio al trabajo de los rechazados. ¡Éstos deberán analizarse para el futuro!

La abstención electoral fue determinante para la derrota del PLD a nivel de senadoría y presidencial. Los diputados que siempre están atentos a los problemas de la base del PLD, ganaron con muchos votos. ¡No se esperaba la derrota humillante del senador Julio César Valentín, del PLD, con casi un 70% de los votos a favor de Eduardo Estrella, del PRM!

Lo mismo ocurrió en el Gran Santo Domingo y la mayoría de las provincias del país. La base del PLD les cobra y fuerte a quienes se olvidan de ella cuando están en el poder.

El PLD, en el caso de Santiago, que controla las demás 13 provincias del Cibao, en el aspecto económico y ahora se agrega el país, la entidad morada igualó con ocho diputados con el PRM, que ganó la misma calidad, pero los peledeístas que no se abstuvieron de votar, hicieron cambios de sus legisladores en su totalidad.

La abstención peledeísta a nivel nacional fue suicida para el candidato presidencial Gonzalo Castillo, que obtuvo una gran votación de un 37 por ciento de los votos, sufragios, que en su mayoría, surgieron de las primarias abiertas. Gonzalo, si es que vuelve a aspirar a la Presidencia, sabe que debe comenzar desde ya a ponerse en contractos con la base del PLD, a "sembrar" para el futuro, pues hay que reconocer que su corto tiempo para hacer campaña no le permitió "cultivar" unas buenas relaciones partidarias.

O seguir trabajando con la solución de las pequeñas cosas, que finalmente suman mucho. Su espíritu humanista es su mejor "carta" para el trabajo político. ¡Así lo demostró en los pocos meses de campaña electoral!

Los votos danilistas fueron importantes para Gonzalo Castillo, aunque no ganó las elecciones. ¡Pero quedó con un poder determinante en el quehacer político!

El papel de la mayoría de altos dirigentes del PLD fue "negro". ¡Su trabajo no se sintió! Sólo algunos valientes, como el alcalde de Santiago, Abel Martínez, el ministro de Administración Pública, Ramón Ventura Camejo, el ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, Silvio Durán, director de la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santiago, Danilo Díaz, ministro de Deportes, Fernando Rosa, Antonio Peña Mirabal, y otro grupito, son los héroes que desafiaron el poder de la oposición. ¡No ganaron, pero hicieron su trabajo!